EL PASO DEL TIEMPO

A lo lejos, allá, un día, hace mas de un atardecer
ella pasaba sus ratos escribiendo,
sus noches soñando y caminaba por la vida creyendo.
Le escribía al amor, a ese amor platónico que nunca parecía irse
o aquel que un día llego, pero jamaz regreso.
Soñaba con su futuro, imaginaba su hoy
y creía, tenia suficiente fe, demasiada tal vez.
Hoy con los ojos de su presente mira en retrospectiva todo aquello
y se da cuenta que ya no le escribe al amor, pues prefiere huir de el
ya no sueña tanto, sino que vive para construir lo que deseaba e imaginaba en esos sueños
y creer, cree cuanto puede, aunque por un tiempo haya dejado de hacerlo pues estaba enojada con su dios.
Observando en el espejo de la vida, su reflejo le demuestra que ha cambiado
pero vive muy tranquila pues sabe que aun mantiene su esencia.
Sabe que algún día volverá a escribirle al amor, y tendrá en sus sueños nuevos proyectos por realizar
y creerá con un poco mas de firmeza
cuando nuevamente el paso del tiempo le demuestre
que todo su esfuerzo valió la pena aunque hoy ella no lo pueda ver.