Durante el día puro optimismo.
A la noche el pesimismo golpea mi puerta y mi yo analítico me hecha en cara fríamente lo mal que esta funcionando mi mundo.
Allí es cuando me desplomo y caigo.Me lloro un río.En silencio, obviamente sin que nadie escuche, sin que nadie se preocupe...creo que uno es artífice de su vida y debe ser fuerte.
No es de orgullosa solo es que no me gusta estar jodiendo a nadie con mis dramas.
Suspiro.Respiro profundamente.Vuelvo a tener fe.Recién ahí me duermo para soñar con un mañana mas grato.
Sinceramente desearía recortar esos quince minutos antes de dormirme literalmente para no tener que pensar.
Ojala pudiera solo cerrar mis ojos y dormirme de una vez.
Anoche no he podido, hoy Dios dirá.Pero creo que por el momento es inevitable.